En el Acuerdo por lo Superior 2034: Propuesta de
política pública para la excelencia de la educación superior en Colombia en el
escenario de la paz publicada recientemente por el CESU y el MEN, se
establecen al respecto del ítem nominado “Nuevas modalidades educativas”,
algunas relaciones entre TIC’s, Investigación e Innovación. Por ejemplo, la
propuesta N° 82, que reza así:
Asumir los retos de internet, los nuevos recursos
digitales y las nuevas modalidades tecnológicas disponibles para el
autoaprendizaje y la enseñanza a distancia, que hacen uso de las aulas
tecnológicas de aprendizaje interactivo, material educativo de libre
circulación, canales de colaboración en línea y Massive Open Online
Courses, MOOCs. Esto permitirá afianzar las TIC como herramientas que hacen
posible desarrollar procesos de enseñanza y de aprendizaje innovadores, y la
construcción de conocimiento dentro y fuera del sistema educativo formal. CESU
(2014, 138)
Sin embargo, la
pregunta que surge inmediatamente es ¿cuáles son esos retos que hay que asumir?
En efecto, la mayoría de ellos se refiere a elementos de infraestructura
tecnológica y a la capacitación en el uso de herramientas por parte de
profesores y estudiantes. Da la impresión que los retos asociados a las
transformaciones necesarias en los modos como los modelos pedagógicos asumen su
componente investigativo no son parte del problema a considerar. En este blog
quiere subrayarse la necesidad de replantear las relaciones entre formación e
investigación que funcionan actualmente en las propuestas de ambientes
virtuales de aprendizaje si quiere avanzarse en la promoción del uso de nuevos
recursos digitales en la educación superior. El CESU parece notar enseguida
esta dificultad, proponiendo en el numeral 83: “Fortalecer la
investigación como componente y sustento de la innovación, y conformar comunidades
virtuales de reflexión sobre la práctica y la autoformación para fortalecer diversos
tipos de saberes: ser, aprender, conocer, hacer y sentir”. Esta relación
inicial entre investigación, innovación, conformación de comunidades y
autoformación permite proponer en este blog las siguientes preguntas iniciales:
1. ¿Cuál es el lugar de los procesos y métodos de
investigación en las estrategias de trabajo autónomo en AVA?
2. ¿Cómo se proponen modalidades investigativas en los
modelos pedagógicos y los diseños instruccionales para la autoformación en el
marco del trabajo autónomo?
3. ¿Qué ventajas tendría un trabajo autónomo planteado
como ejercicio investigativo que sirve como insumo y aporte para el aspecto
dialógico y comunicativo del trabajo cooperativo?
Teniendo en
cuenta este campo problemático, este blog quiere servir como espacio de
reflexión desde la siguiente pregunta problema y su consecuente hipótesis:
¿Cómo podría un
enfoque investigativo servir como
principio pedagógico para construir nuevas relaciones entre el trabajo autónomo
y el trabajo colaborativo en el marco de las exigencias de autoformación en
AVA?
Desde nuestra
perspectiva, un enfoque investigativo podría servir como principio pedagógico
para construir nuevas relaciones entre el trabajo autónomo y el trabajo
colaborativo en el marco de las exigencias de autoformación en AVA cuando los
modelos pedagógicos que soportan la propuesta y los diseños instruccionales que
la construyen incluyen actividades de autoformación en términos de indagación
preliminar, aplicación de operaciones de observación, análisis, clasificación y
uso relevante de información y de aplicación sobre problematizaciones
específicas; así como su uso como insumo y aporte para el aspecto dialógico y
comunicativo del trabajo cooperativo.
Habiendo
explicitado nuestro campo problemático e hipótesis, la deliberación queda ahora
abierta.